El conocimiento es poder.
¿Cesárea o parto natural?
Durante toda mi vida pensé que quería traer al mundo a los hijos que Dios me enviara por medio de una cesárea. ¿Por qué? la verdad era porque no estaba informada, solo pensaba, no quiero pasar por el dolor del parto y todo lo que puede conllevar.
Mi embarazo lo comencé a monitorear con mi ginecólogo, muy profesional, pero mientras se iba desenvolviendo y desarrollando mi embarazo comencé a sentir que no me dedicaba el tiempo que necesitaba, ni él ni sus 4 asistentes; yo era uno era un número más y decidimos con mi esposo mejor comenzar a buscar otro ginecólogo. Luego de investigar y obtener varias referencias, nos inclinamos por otro médico y decidimos cambiarnos. Al inicio nos pareció fabuloso, nos dedicaba el tiempo necesario, inclusive una hora y media en cada cita para resolver todas las dudas que todo padre y madre primerizos pueden tener.
Al pasar un par de meses, yo ya estaba con la duda si continuar con mi plan inicial de tener cesárea o parto natural. Un día una amiga nos comentó de un curso que tomó con una Psicóloga y Doula y con mi esposo decidimos investigar y tomar el mismo curso, el cual incluye gestación, parto, lactancia y puerperio. El curso fue justamente lo que necesitábamos. Yo lo recomiendo con los ojos cerrados ya que no hay nada como estar informados para tomar las mejores decisiones. Hay mucha desinformación respecto al parto y es increíble cómo la cultura puede llegar a influir, pero una vez uno toma consciencia de esto, la cultura influye hasta donde uno lo permita.
En paralelo de estar llevando el curso con la Doula y las citas con el ginecólogo nos fuimos dando cuenta con mi esposo de todas las diferencias e impacto que puede tener en mí y en el bebé una cesárea, todas las intervenciones previas que le pueden realizar a uno como mujer y las consecuencias en mamá y en el bebé.
¿Te podrás imaginar todas las interrogantes que teníamos? En cada cita llevamos nuestro listado de dudas y así, poco a poco, nos las iba resolviendo la Doula y el ginecólogo. Haré un paréntesis acá para explicar qué es una Doula por si acaso no sabes, una Doula es una persona que acompaña emocionalmente a la mujer durante el embarazo, parto y postparto. Realmente como yo lo veo, es una guía y luz durante el camino de la maternidad. Todas las mujeres que experimentamos un embarazo atravesamos por varias etapas, hormonales, físicas y mentales y necesitamos de la ayuda de “nuestra tribu” y una Doula es clave tenerla en nuestra tribu.
Ya habiendo explicado esto, continúo contándote mi historia…
Pues comencé a notar mucha disonancia entre lo que me decía y recomendaba mi ginecólogo con todo lo que estábamos aprendiendo en el curso con la Doula. En paralelo investigamos por nuestro lado para no quedarnos solo con la información que nos dio el ginecólogo y la Doula. Buscamos más respaldo científico y lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al estar más informados la verdad me quedé impactada que mi ginecólogo no estuviera en un cien por ciento alineado a lo que recomienda la OMS. Comencé a dudar mucho y estaba segura de que si decidía continuar con ese ginecólogo, no experimentaríamos un Parto Respetado alineado a lo que yo anhelaba vivir. Por si desconoces lo que es un parto respetado aquí te dejo un enlace para que te des una idea: https://www.unicef.org/argentina/parto-respetado
Quiero hacer énfasis que, para poder tomar todas las decisiones oportunas previo, durante y después del embarazo tomen el curso; recomiendo con los ojos cerrados a Natalia, ella es Psicóloga perinatal y Doula, fue la persona que nos acompañó en nuestro proceso.
Gracias a toda la información que nos compartió Natalia logramos tomar decisiones más acertadas y alineadas a lo que queríamos nosotros; decisiones respaldadas científicamente y también guiados por nuestra intuición y por lo que más sentido nos hacía. Al final decidimos planear tener a nuestro hijo en parto natural y darle espacio a la gestación para continuar su curso natural a pesar de traer al mundo a un hijo en época de pandemia, ya que muchos hospitales recomendaban planear una cesárea.
Lo que busco con compartirles mi historia es alentarte a que te sientas empoderada y cómoda para tomar decisiones tu misma y con tu pareja. Tal vez pueda ayudar a otra mujer que a lo mejor no tenga la menor idea que en su embarazo y para su trabajo de parto tienen la OPCIÓN de decidir y no que el médico haga con su cuerpo lo que él quiera sin contemplar su sentir. Mi mejor consejo, informarse para tomar la mejor decisión que te de paz. Al final del día de eso se trata, que todo lo que decidas te de paz.
Dentro de unos días estaré contándote mi historia del recorrido de qué decidimos hacer con el ginecólogo, nos dimos cuenta a tiempo que no cumplía con nuestras expectativas y al contarle nuestro plan y cómo queríamos vivir nuestro parto, simplemente insistió sobre cómo realizaba él los partos.
Quiero recomendar especialmente a Natalia de Biegler, Psicóloga perinatal y Doula certificada; su curso es puro conocimiento y el conocimiento es poder. Acá pueden conocer más de ella www.nacergt.com